Tips para cuidar tu piel del estrés y la ansiedad
La piel es una de las zonas del cuerpo en que se reflejan los síntomas del estrés apenas aparecen. El ritmo de vida ajetreado, el cansancio, la acumuación de tareas o algunas situaciones diarias puede afectarnos trayéndonos distintas enfermedades.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), son más de 300 millones de personas en el mundo quienes sufren de depresión asociada a la ansiedad. Y es que el estrés no sólo provoca cambios en nuestra piel, sino que todo nuestro organismo se ve afectado. El cabello, las uñas y la piel suelen mostrarnos indicios cuando algo está funcionando mal.
"Cuando tenemos mucho estrés hay cambios en la grasitud de la cara. Hay pacientes que tienen un aumento de ésta y otros en los que la piel se pone muy seca. Acné, infecciones virales, rosácea, manchas blancas y alopecia son algunos de los síntomas que se producen debido a situaciones estresantes", nos comenta la Dra. Stefania Toso, dermatóloga de Clínica La Parva.
Si sientes que estás pasando por un período de especial intensidad, para minimizar las consecuencias los especialistas recomiendan realizar dos veces al día limpiezas faciales con lociones micelares o sustitutos, utilizar protección solar, hidratar la piel diariamente e intentar tomar los momentos de estrés con más calma.
"No hay una receta general para todas las personas, ya que las pieles son distintas en cada uno de los pacientes, pero existen consejos básicos para mantener nuestra piel lo más sana posible", asegura la dermatóloga.
Muchas veces la alimentación también se ve alterada cuando una persona sufre de estrés. Hay veces que no es la más adecuada y algunas de las consecuencias son la retención de líquidos en el cuerpo.
Por lo mismo, la doctora Toso recomienda disminuir el consumo de sal e hidratarse más, llevar una dieta balanceada, aumentar el consumo de frutas y verduras ricas en vitaminas y bajas en azúcares y realizar actividad física al menos tres veces a la semana. Esto te ayudará a mantener una piel más luminosa sin rastros de estrés.