[COLUMNA] Carolina Gutiérrez: El amor no sabe de prejuicios

Los que somos lectores esporádicos, los que leemos en viajes o nos demoramos más en terminar un libro que si fuera materia del colegio se acabaría en un par de semana, gozamos de esta época veraniega cuando hay un poco más de tiempo para leer en complicidad con las tardes de piscina, las lecturas bajo la sombra de un árbol, sobre toallas y mesas con quitasoles.

Libros que te recomiendan amigos, o que llama la atención por el cartel de best seller o ese libro que alguna vez recibiste como regalo para tu cumpleaños.

Este verano el primer bocado de lectura fue "El cielo es azul, la tierra blanca" de Hiromi Kawakami, que sigue la ruta de mis preferencias por los escritores japoneses, muchos de ellos, como Haruki Murakami, capaces de insistir con que la vida se construye de pequeños momentos.

Algo de eso descubrimos en este relato de Kawakami que habla del amor y de cómo la soledad no siempre es tan mala compañera, que estando solo nunca nadie te obliga a nada y te hace más libre.

"El cielo es azul, la tierra blanca", cuenta la relación (contenida y fría) entre Tsukiko, una ex alumna de 38 años con su maestro, un anciano recientemente viudo, que se gesta cuando recurrentemente coinciden en un bar, ahí el maestro (que acarrea su inseparable maletín de profesor) y su ex alumna comparten sake y borracheras.

Es así como, a partir de una serie de encuentros aparentemente "casuales "en la ciudad de Tokio, ambos terminan construyendo un relación extraña y ratos incomprensible. Este libro muestra a una protagonista que saca partido a su monotonía descubre sus ventajas y, cuando llega lo inesperado, apenas se da cuenta y sigue haciendo lo de siempre.

A medida que uno se sumerge en esta historia se da cuenta que los sentimientos profundos no se meditan. Ni se anuncian. Surgen espontáneamente como la primavera, que no nos damos cuenta de que llega hasta que sus efectos son más que evidentes.

Una historia de amor donde no importa mucho lo que sucede, ni siquiera cómo sucede sino cómo se siente, que crece según las estaciones a paso lento y basada en la sabiduría vital del viejo profesor y la frescura de Tsukiko, para juntos ir descubriendo cuando estarán preparados para el "amor mutuo".

Me conmueve como está bella historia de amor no tiene nada que ver con las que leemos en Occidente.

EL CIELO ES AZUL LA TIERRA BLANCA -HIROMI KAWAKAMI. Editorial Alfaguara,
216 páginas Disponible (entre otras) en la Feria chilena del libro valor: $12.000.