[COLUMNA] Carolina Gutiérrez: Joaquín Sabina nació chicharra

Por Carolina Gutiérrez @carolinasofia3 | Sabado, 14 de Octubre de 2017
[COLUMNA] Carolina Gutiérrez: Joaquín Sabina nació chicharra

"Fue en un pueblo con mar, una noche después de un concierto
Tú reinabas detrás de la barra del único bar que vimos abierto
Cántame una canción al oído y te pongo un cubata
Con una condición, que me dejes abierto el balcón de tus ojos de gata..."

Así sonaba la primera estrofa de una de las canciones más famosas del cantautor español Joaquín Sabina, un relato que más de alguna vez me vi protagonizando. ¿Ustedes no? Es como un guión de película para una noche de copas y amor sin nombre y sin compromiso.

Sabina la debe haber vivido, de eso hay certeza y vivido más de alguna vez, noches de bar en bar de desenfreno, drogas, alcohol y excesos que le pasaron la cuenta y con recargos. En 2001 enfrentó un ictus (varias enfermedades que afectan a los vasos sanguíneos) y en 2011 fue una diverticulitis.

Pero Joaquín es un superviviente, un tipo seductor (siempre lo supo y le sacó provecho), se casó solo una vez y tras separarse tuvo tres nuevas parejas, también tiene dos hijos. Ahora a sus 68 años, después de superar los problemas de salud que lo bajaron del escenario por un tiempo, el pintor y poeta reafirma ese dicho popular: "si se nace chicharra, se muere cantando".

Es así como Sabina regresa con una gira que promociona su nuevo disco, "Lo niego todo" (el decimoctavo álbum de estudio de su carrera) que partió en México y con la que pretende sumar más de cien conciertos incluidas dos paradas en Santiago para fines de octubre.

Él mismo ha dicho que este trabajo es "el más importante desde '19 días y 500 noches'", publicado en 1999 y donde se pone frente al espejo gran parte del tiempo y en particular en la canción "Lágrimas de mármol" para celebrar haber sorteado tantos episodios que lo tuvieron a punto de naufragar.

Yo creo que a Sabina lo salvó el amor y las canciones. Como a tantos otros que buscan en ese camino el perdón y se dan una nueva oportunidad para volver abrazar la vida. Y pienso que son unos afortunados, si afortunados, porque a pesar de haber puesto en jaque su existencia como un deportista extremo sin medir, muchas veces, las circunstancias ahí están de pie cargando con sus cicatrices y levantando la mirada para recibir el aplauso.

Joaquín Ramón Martínez Sabina sabe de eso. Mis respetos.

Coordenadas: Joaquín Sabina 24 y 25 de octubre de 2017, Movistar Arena.

Entradas disponibles en Puntoticket ,con valores desde los $10.000 a los $100.000 (sin cargo por servicio). Ojo que hay descuentos.

Etiquetas :