¿Escuchar música te pone la piel de gallina?

Por Macarena Carrasco @maca_carrasco | Viernes, 8 de Septiembre de 2017
¿Escuchar música te pone la piel de gallina?

Al leer el título de esta nota ¿Pensaste de inmediato en una canción que te toca en el fondo del corazón y te emociona al nivel de que te pone "los pelos de punta"? O al contrario, ¿Sentiste que no es tu caso?

Experimentar este tipo de emociones, o por ejemplo, un nudo en la garganta al sentirse tocado por una canción es menos usual de lo que podrías creer. De hecho, es bastante raro y único.

Matthew Sachs, un estudiante de la Universidad de Harvard, el año pasado concentró sus estudios en ver cómo ciertos individuos experimentaban escalofríos al escuchar música y cómo este sentimiento se desencadenaba en ellos.

En su muestra examinó a 20 estudiantes de los cuales 10 admitieron experimentar sentimientos de escalofríos y "pelos de gallina" al escuchar ciertas canciones, versus 10 que no sintieron nada. De todos se sacaron scanner cerebrales para ver cómo reaccionaban sus mentes.


Luego de analizar los resultados, Sachs descubrió que los que lograron un apego emocional y físico con la música, tienen diferentes estructuras cerebrales que los que no logran esta conexión. La investigación mostró que quiénes empatizan con las canciones tienen un volumen más denso de fibras que conectan la corteza auditiva y áreas que procesan emociones, lo que se traduce en que pueden comunicarse mejor.

Ha sido tal el impacto de los hallazgos de este estudiante, que sus resultados fueron publicados en Oxford Academic e incluso es citado por la revista Neuroscience diciendo: "La idea de que más fibras y mayor eficiencia entre 2 regiones significa que tienes un procesamiento más eficiente entre ellas. Eso significa que si la música te provoca escalofríos es probable que tengas emociones más fuertes e intensas".

Además, señalan que esas sensaciones pueden asociarse con recuerdos vinculados a ciertas canciones, los cuáles no pueden ser controlados en un laboratorio.

A pesar de que el estudio es pequeño, y la muestra no tan representativa, Sachs sigue llevando a cabo esta investigación analizando la actividad de los cerebros al escuchar canciones y registrar ciertas reacciones.

Es tal su impacto, que incluso busca aprender qué es lo que neurológicamente causa estas reacciones, aprovechándolo incluso para ahondar en los tratamientos para trastornos psicológicos, como por ejemplo: la depresión. Al ser definida como la incapacidad para experimentar placer en cosas cotidianas, la música podría ser una solución para aplicar terapias que permitan explorar sentimientos.

¿A qué grupo perteneces tú?

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