La adicción a los 'Reality Shows' existe, y hay una explicación científica

Por Sole Hott @solehott | Martes, 6 de Febrero de 2018
La adicción a los 'Reality Shows' existe, y hay una explicación científica

Desde Protagonistas de la Fama, Jersey Shore, La Granja Vip, Pelotón, Mundos Opuestos, Keeping Up With The Kardashians hasta The Bachelor y SurvivorVolverías Con Tu Ex, entre innumerables programas que se me ocurren... No importa el reality que sea, o la temporada de turno, la pregunta es ¿qué nos hace volver a caer en ellos?

Hay que asumir que más de algún reality hemos visto -yo, muchos- pero es que la oferta existente va más allá de los canales nacionales y la farándula local, hay para todos los gustos. Da lo mismo el formato, las cifras hablan por sí solas y, a menos que sea realmente malo, tienen público. Más de alguno se esconde detrás del "yo no lo veo, pero conozco a los personajes", pero en la práctica saben que los ven. Es el placer culpable de muchos. 

La mayoría de los que ven realities no lo confiesan por miedo al ojo crítico del resto, como si fuera al ilegal o demasiado básico. Sin embargo, la ciencia ha demostrado que son una adicción, y según un estudio publicado en Psychology Today, los realities actúan como verdaderas drogas, independiente de la verdadera razón por la que se vean. 

Acto de voyerismo o la simple necesidad de "chusmear" sobre la vida de otros, ese morbo de espiar más un casting correcto son la fórmula perfecta para atraer a los 'adictos'. Y es que según algunos de los investigadores de este estudio, por lo general, las personas que aparecen en este tipo de programas no son "normales", sino que personajes que asumen una especie de sobrerrepresentación social, generándose de forma natural situaciones surreales, pero muy atractivas. 

Por otra parte, están los expertos que apuntan a teorías que complementan a este estudio, como la búsqueda de emociones. Esto no quiere decir que quienes estén aburridos ven reality shows, muy por el contrario, aseguran que es buscar drama donde no lo hay. Porque de esta forma experimentas ciertas emociones, pero son el riesgo de frustración. 

Para los expertos, las personas llegan incluso a identificarse con los personajes, y compartes las emociones con sus luchas, desafío y triunfos. Y cuando alguien te cancela una comida o una salida, el reality show pasa a ser tu amigo perfecto, ya que no falla. 

Ahora bien, este análisis también expone el ítem del impacto negativo que estos programas tienen en las personas. Pero, ojo, que no es muy diferente del efecto que provocan las redes sociales. Si se consumen en un estado emocional inestable, ver a estas personas sufriendo, llorando, enamorándose, ganando o perdiendo, y olvidas que se trata de un programa, esto puede tener un efecto negativo en tus niveles de ansiedad. 

Los psicólogos concuerdan en que los realities son más que entretenimiento sin esfuerzo, porque afectan a las necesidades psicológicas básicas, como sentirse conectado con alguien y, bajo ese mismo contexto, saciar esa necesidad de comprender a la sociedad. Y a esto hay que sumarle el rol de 'acompañar', este tipo de programa evita que te sientas sola y te dan una sensación de 'pertenecer', un pilar fundamental de la naturaleza humana. 

Tanto las cosas malas como las buenas que les ocurren a los involucrados, te podrían pasar a ti, lo que te inspira a superarlos en la vida real. Y cabe destacar el efecto "yo pensé que estaba mal, pero esta gente...". Estamos programados para ser observadores del entorno social, por eso no debería impresionarnos que los realities tengan altos números de audiencia. 

Así que la próxima vez que veas un reality debes recordar que científicamente hay una atracción confirmada, pero que también tú tienes el control remoto y puedes cambiar de programa o apagar el televisor. 




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