[COLUMNA] Carolina Gutiérrez: "La La Land", una historia de amor perfecta… o casi

Por Carolina Gutiérrez M. @carolinagutierr | Sabado, 28 de Enero de 2017
[COLUMNA] Carolina Gutiérrez:

Mia y Sebastian cruzaron miradas por primera vez en medio de un taco infernal en la carretera, desde la butaca piensas que ese podría ser el comienzo de un día de furia si no fuera porque de fondo se escucha la canción “Another Day of Sun” (parte de la banda sonora de la cinta) y como si se tratara de una protesta masiva, acto seguido todos salen de sus autos, la cantan, bailan y a nadie le importa el tremendo embotellamiento, el calor y menos los abollones que reciben los autos entre saltos y bailes.

Así debe ser la vida de sueños, uno los hace realidad, los comparte y arma la media fiesta para celebrar. Pero dejemos de soñar y hablemos un poco de esta película que nos tiene a todos enamorados y aplaudiéndola. Quizás lo que la hace distinta a otros musicales es justamente eso. Es distinta, se ve distinta y va más allá. Te re-encanta en el género (no es mi favorito y me cuesta animarme a ver una) además toca temas bien conocidos para nosotros como; perseguir el sueño, ser perseverante en él y no bajar la guardia a las oportunidades. También encontrar el amor. En esta historia Mia es una aspirante a actriz que trabaja en la cafetería de los estudios Warner Brothers mientras espera que alguien la descubra. Sebastian en cambio, es músico de jazz que se gana la vida tocando en bares y sueña con abrir su propio boliche y tocar lo que le gusta.

Sebastian (Ryan Gosling) y Mia (Emma Stone) viven para ver cumplir un sueño, están atentos y se enamoran gracias al destino o los eventos desafortunados se encargan de juntarlos.

Pienso que un encuentro fortuito debe ser la mejor manera de conocer a alguien sin intermediarios  y sin que nadie que diga hola ella es…  Y aquí se me viene el recuerdo de esa publicidad donde dos autos se detienen en un semáforo, ambos se miran y él parece enloquecer con ella a tal punto que le lanza su teléfono para después llamarla desde una cabina pública… y siempre trato de imaginar lo pasó después de la llamada. ¿Ella habrá respondido? ¿Salieron? ¿Se enamoraron o la chica se quedó con el teléfono y lo vendió tiempo después?

En La La Land las cosas ocurren así, de manera casual y toman un curso lógico para dos personas que se gustan y que entendieron porque esos eventos los juntaron. Hasta que el mismo destino los pone frente a la decisión de seguir juntos o hacer realidad el sueño que han perseguido.

Aquí está el gran punto, creo yo, ¿Uno será capaz de dejar al amor de su vida en una suerte de pausa cuando la oportunidad que estabas esperando llega?

Como saber mirar más allá y comprender que lo que está a punto de ocurrir puede cambiar tu vida para siempre. Ese es el riesgo que en este siglo debemos asumir tomando las riendas de ese sueño que perseguimos. Pisar la realidad y  bajar de las  estrellas.

Tuve un amor que se fue. Se fue a China. Ese era su sueño. Yo me quedé. Años más tarde nos  volvimos a encontrar como en cualquier película romántica, pero él ya estaba instalado en el gigante asiático y yo tenía otro amor. Siempre pensé que habría pasado con mi vida si hubiera aceptado la invitación que tantas veces me hizo y que tantas veces rechacé. Porque si lo pensamos no todas las historias de amor tienen que terminar. Tampoco tienen por qué terminar bien. ¿O sí?

 

La La Land (en cartelera) el musical de Damien Chazelle, se quedó con los siete  Globos de Oro a los que postulaba y ahora tiene 14 nominaciones para los premios Oscar 2017,en 13 categorías. Igualando a Titanic (1997) y a Eva al Desnudo  (1950).Véanla y sobre todo disfrútenla.

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Foto: Google

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