No es solo para hombres: las razones para darle una oportunidad a la cerveza

Por Javi Pacull @javipacull | Martes, 13 de Diciembre de 2016
No es solo para hombres: las razones para darle una oportunidad a la cerveza

La cerveza es de las bebidas que carga con varios mitos. Muchos de ellos han provocado que socialmente se la asocie con consumidores masculinos, pues sus "supuestas" características simplemente la dejan fuera de las preferencias femeninas.

Pero las creencias ligadas a la cerveza poco se ajustan a la realidad. Esta no solo es la bebida más antigua, pues sus primeros registros datan del 9.000 AC, sino que tiene grandes cualidades para transformarse en una de las favoritas de las mujeres.

¿Engorda?

Desde que las mujeres supieron que el espumante era el alcohol con menos calorías, su consumo se puso de moda. Lo mismo pasó con el vino cuando se destacó sus propiedades antioxidantes y baja carga calórica. Estas son las bebidas alcohólicas con menos calorías, pero la cerveza le sigue los pasos bastante cerca, pues está lejos de compararse con un destilado como el ron, pisco o whiskey. Mientras una copa de champagne tiene 70 calorías y una de vino 87, la cerveza apenas alcanza las 100. Si se compara a las 300 del pisco sour o las 360 del whiskey, no hay por dónde perderse.

Demasiado corriente para un evento elegante

Otro gran error. La cerveza es una de las bebidas con más variedades y tipos. Así como existen algunas de baja calidad (como sucede con todas las bebidas), hay otras muy sofisticadas, perfectas para acompañar preparaciones elaboradas. Por lo mismo, no existe ninguna razón por la cual una cerveza quede fuera de la barra de un matrimonio o evento de gala.

“Es la bebida de la elaboración por excelencia y armoniza con las cocinas más complicadas. Sería imposible concebir los platos picantes de México o Perú con otro líquido.  Puede estar en las mesas de mantel largo, solo hay que saber elegir cuál. Hay cervezas de postres, para quesos fuertes y hay cervezas que se pueden sacar después de un destilado”, afirma el somellier Pascual Ibáñez.

Tiene pocos grados alcohólicos

Es cierto, pero en parte. Se puede encontrar una cerveza con 4 grados de alcohol, sin embargo en países europeos existen algunas que superan los 50.

Mientras más fría, mejor

No hay duda que puede resultar muy refrescante tomar una cerveza bien fría, sin embargo no siempre permite captar bien su cuerpo y estructura. Al igual que el vino, las cervezas tienen una recomendación de temperatura según su tipo. Por ejemplo, una rubia y ligera debería consumirse a 5 grados, mientras que una negra a 12. Siempre es recomendable revisar la sugerencia de temperatura que indique la botella o preguntar al vendedor.

Los europeos prefieren el vino
 

Los registros históricos de la cerveza indican que hubo tiempos en que fue la bebida más importante de Europa. Sin embargo, su complejo proceso de fabricación y conservación, hizo que muchos países la reemplazaran por el vino, manteniéndose como favorita solo en Europa del norte.

Siempre se toma en vaso

Según los expertos, la cerveza debe tomarse igual que el vino: en copa. ¿La razón? Este recipiente es capaz de albergar todos sus ingredientes de forma armónica y permite que el consumidor sienta todos los sabores y aromas de la bebida.

Con poca espuma es mejor

La mejor forma de darse cuenta de si una cerveza es orgánica o no,  es midiendo el tiempo que toma su espuma en desaparecer. Mientras más rápido, más aditivos se utilizan en su fabricación, por lo tanto es menos artesanal. La cerveza se debe tomar con al menos dos dedos de espuma, su color debe ser dorado intenso (dependiendo del tipo) y debe tener una fina cortina de burbujas.

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