[COLUMNA] Constanza Del Rosario: Dime cómo te amaron y te diré cómo esperas que te amen

Cada uno de nosotros llega a establecer una relación de pareja, cargado con su propia maleta emocional. Esta maleta contiene las distintas experiencias de amor, acumuladas desde pequeños que han ido forjando expectativas, deseos y temores con respecto al amar y ser amados.

Nuestra historia emocional determina a que solemos ponerle atención y como tenderemos a percibir nuestra relaciones sentimentales. Esto, dado que nuestro cerebro está diseñado para aprender, por lo que, basta con que algo se asemeje mínimamente a un dolor o amenaza vivida en el pasado, para activar nuestro sistema de alerta y reaccionar defensivamente con nuestra pareja actual, huyendo o atacando.

¿Por qué? Porque nuestra mente actúa bajo un sesgo confirmatorio, es decir, en base a nuestras experiencias pasadas tienden a dirigir la mirada hacia aquella información que nos confirma nuestras creencias, por ejemplo, para confirmar que nuestra pareja "es mala... no le importo...es egoísta...es manipuladora...es desconsiderada...no me desea...etc..." y obvia la información que invalida estas creencias.

Esto explica que, como Don Quijote, muchos terminemos viendo dragones donde sólo hay molinos y que se estropee la comunicación o se de pie a conflictos con nuestra pareja de difícil solución; ya que como Sancho Panza, nuestra pareja al no compartir la misma maleta emocional, no será capaz de captar porque nos sentimos alterados "por tan poco" ni logre entender nuestra "sobrerreacción".

¿Por qué les menciono todo esto? Para aclarar que el que nos sintamos felices y amados por nuestra pareja (o todo lo contrario) no se limita a lo que hace nuestra pareja, sino que también depende de nuestras reacciones emocionales y de cuan conscientes somos de nuestra historia afectiva, ya que es esta la que guía nuestras reacciones y percepciones de lo que nuestra pareja hace o deja de hacer.

Entonces, si estamos atrapados por la negatividad de los "fantasmas de las navidades pasadas" a veces no sólo no valoraremos los gestos positivos de nuestra pareja, sino que para colmo, como estamos enfocados en hallar índices de peligro y defendernos de estos, adoptamos actitudes y reacciones en las que pagan justos por pecadores.

"Dime cómo te amaron y te diré cómo esperas –inconscientemente- que te amen".

¿Quieres que tu vida sea esa profecía autocumplida o quieres reescribir tu destino sentimental?

¡Atrévete a mirar y limpiar esa maleta! Para exorcizar a los fantasmas y soltar esos prejuicios que te impiden confiar en el amor y apreciar a tu pareja.