[COLUMNA] Constanza Del Rosario: "Mi pareja no me entiende... no me apoya"

Por Constanza Del Rosario www.constanzadelrosario.cl | Miércoles, 1 de Febrero de 2017
[COLUMNA] Constanza Del Rosario:

En la consulta es frecuente escuchar "mi pareja no me entiende, no me apoya". Y que la contraparte se sienta ofendida o atacada, considerando que quien se queja está siendo mal agradecido o que es injusto, ya que que su pareja no se muestra realmente dispuesto a ser ayudado; tal y como sucede en los siguientes ejemplos...

Caso 1

Ella: ¡Él no apoya, no le interesa lo que me pasa! Cada vez que estoy pasando un mal momento, me evita, o en vez de escucharme me critica y me dice qué debería hacer.

Él: No sé por qué se toma todo mal, yo lo único que hago es intentar ayudarla, darle su espacio y buscar soluciones. Y si se equivocó se lo digo por su propio bien.

Caso 2

Él: No entiendo por qué, si nota que estoy complicado por algo, insiste en hablar en vez de dejarme pensar tranquilo.

Ella: ¿Cómo no le voy a preguntar qué le pasa si lo noto raro? Quiero apoyarlo, pero por más que trato, él no me deja ¡Y más encima se enoja!

¿Por qué cito estos dos ejemplos? Porque dan cuenta de que en la vida real, las parejas no son dos mitades iguales de una naranja, sino que dos personas distintas. Y esas diferencias pueden hacerse más evidentes en momentos de estrés, ya que ante los problemas, cada quien puede adoptar un estilo desigual de resolución de conflictos y esperará de su pareja un apoyo acorde a ese estilo para satisfacer sus necesidades.

La gran mayoría de quienes asisten a terapia, ni siquiera saben que existen diferentes formas de afrontar los problemas. Es más, creen que su modo es el único y el adecuado, y es ahí donde comienzan gran parte de las desavenencias y rencores hacia el otro, ya que cada vez que la pareja no responde acorde al estilo de resolución de conflictos del afectado, comienzan a albergar la sensación de que "no puedo contar contigo en el peor momento". Sensación que generalmente no nace de un verdadero desinterés del otro, sino de la tendencia de querer ayudar a la pareja del modo que a cada quién nos gustaría ser apoyados, en vez de ser conscientes del estilo de apoyo que el otro necesita y espera.

A grandes rasgos, se podría decir que existen dos estilos o formas de enfrentar los problemas: hay quienes para sentirse más aliviados centran la atención en buscar soluciones y otros en el ser comprendidos.

El primer ejemplo corresponde al estilo "ser comprendidos". Las personas que buscan ser comprendidas consideran que lo prioritario es lograr contención emocional, sentirse acompañados y validados en su tragedia. En definitiva, buscan empatía e interés de parte de su pareja, por lo que les pasa. Esto no significa que no quieran solucionar el tema que los aqueja, sino que es un asunto de timing; para ellos ser escuchados y calmados es previo a formular un plan de acción; una vez contenidos emocionalmente se vuelcan a solucionar las cosas. Por lo tanto, esperan que su pareja se de el tiempo de "hacerles nanai" y que simplemente acompañen su relato con frases del tipo "chuta, que difícil... te entiendo... yo me sentiría igual... cómo puedo ayudarte", y realicen preguntas que los alientan a hablar de cómo se sienten y qué los hace sentir así.

Una realidad completamente diferente es la presentada en el segundo ejemplo, que corresponde a un buscador de soluciones. Quienes son del tipo "buscar soluciones" centran su atención en dar con un plan de acción para resolver el problema que los aqueja y si no encuentran una solución prefieren no hablar del tema y distraerse en otra actividad. Estás personas creen que es una pérdida de tiempo quedarse pegado en lo que sienten y suelen tratar de resolver sus asuntos reflexionando a solas, por lo que esperarían que su pareja que les diera tiempo y espacio para pensar o bien que intente sacarlos de su estado ayudándolos a ejecutar una solución o a través de una actividad placentera o entretenida, más que interrogándolos por cómo se sienten.

¿Se imaginan lo que usualmente sucede cuando se empareja uno que "busca ser comprendido" con uno "que busca soluciones"?

Que el buscador de soluciones no entiende ni avala que su pareja necesite "llorar sobre la leche derramada", ya que para ellos es un gasto de tiempo y energía darle vuelta a la situación. Es más, suelen criticar a su pareja al considerar que lo único que hace es quejarse y que no hace nada por salir de su miseria. Y temen que si alientan su actitud, mostrándose más empático, sus parejas se meterán en un hoyo y no saldrán más de ahí. Del mismo modo, el que "busca ser comprendido" no logra entender porque su pareja se cierra, no busca su apoyo y no le cuenta que le está pasando. Es más, ve su necesidad de espacio y tiempo como un ataque personal o una señal de alarma, imaginándose lo peor; lo que lo conduce a enojarse con su actitud o a intentar interrogarlo para hacerlo hablar a toda costa; suponiendo que si no lo está compartiendo con ella sus pesares es porque probablemente ella sea el problema.

¿Se dan cuenta como fácilmente podemos crear malos entendidos si no aprendemos a conocer y darnos a conocer a nuestra pareja? Ahora que lo sabe ¿Esta listo para entender y apoyar a su pareja como necesita y desea?


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