[COLUMNA] Constanza Del Rosario: Tu pasividad me mata (las pasiones)

Por Constanza Del Rosario @ConsdelRosario | Miércoles, 22 de Noviembre de 2017
[COLUMNA] Constanza Del Rosario: Tu pasividad me mata (las pasiones)

Dicen por ahí "el hombre los crea, pero Dios los une". ¡Cuán cierto es! Ya que definitivamente existen misteriosas fuerzas psíquicas que unen a ciertos individuos con otros para formar pareja.

"Dime con quién andas y te diré quién eres". Otra noble verdad. Tras ver a decenas de parejas, puedo afirmar a ciencia cierta que hay personalidades que se sienten atraídas a otras.

Y entre estos místicos "match" hay uno que he denominado: la tortuga y la liebre; en honor a esa conocida fábula en la que competía una liebre y una tortuga en una carrera, ganado esta última por su andar lento, pero constante, versus la del avance explosivo pero intermitente de la liebre.

Menciono esto, puesto que entre las parejas en conflicto que suelen llegar a mi consulta, varias veces me he encontrado con un romance tortuga-liebre. Es decir una personalidad templada de actuar lento-pasivo emparejada con una liebre, de personalidad intensa y de actuar inmediato-impulsivo.

Y si bien la tortuga se enamora de la apasionada libre y la liebre de la estable tortuga, en algún minuto pueden perder el equilibrio mutuo que cada uno aporta a la relación, polarizándose -a tal punto- que la liebre cae en un profundo aburrimiento y desesperación por la falta de reactividad de su pareja tortuga. Y la tortuga decide aquietarse y esconderse en su caparazón para no sentirse agobiado y demandado.

El resultado: Si bien la liebre, en la mayoría de los casos, sigue queriendo a la pasiva tortuga, la deja de admirar y finalmente de desear a raíz del resentimiento acumulado por todo lo que no hace o tarda en hacer.

Momento en que suelen llegar a pedir ayuda. Ya sea porque la liebre se asombra negativamente al ver que mira a su pareja como "un hermano o un hijo" que no le mueve ni un pelo. O bien, porque la tortuga, de lenta reacción, recién atina a ponerse las pilas, frente al desgano de su pareja.

¡Queridas tortugas! Si hay algo que mata la pasión en una relación, eso es la falta de proactividad y el exceso de pasividad. Sea esta por comodidad, miedo o falta de creatividad, tu pareja lo leerá como falta de interés y de preocupación.

Mi consejo experto: Saque el freno de mano y meta cambios hasta inyectar a su relación más intensidad y ritmo. Le aseguro que eso bajará las revoluciones y encenderá las pasiones de su intensa pareja.

Etiquetas :