[COLUMNA] Karen Uribarri: El control de tus orgasmos… o el descontrol para lograrlos

Por Karen Uribarri @KarenUribarri | Miércoles, 25 de Enero de 2017
[COLUMNA] Karen Uribarri: El control de tus orgasmos… o el descontrol para lograrlos

Anita se tiende en la cama y se deja besar. Y mientras él le toca los pezones, ella no puede dejar de pensar en cuánto se demorará en ese ítem, porque olvidó dejar la carne fuera del congelador para poder mañana cocinar el estofado que tenía pensado. Cuando está en eso, él ya la está masturbando. Ella piensa que mejor sería que él estuviera moviendo los dedos de otra forma, o mejor sería que apagara la música, porque esa música le recuerda a una pareja que tuvo hace años, cuando aún era soltera.

Pasa media hora y Anita no logra apagar el switch de su cabeza. Tanto así, que ya ha hecho en su mente una lista de las cosas que le faltan por hacer antes de irse de vacaciones. ¡Hasta que por fin decide entrar! Piensa. Tres, cuatro, cinco embestidas, y ella se agita un poco. Debería bajar unos kilos, piensa, porque levantar así las piernas la tiene media acalambrada... Y termina. Pero él termina. Ella... nada.

¿Su problema? El control, o el no saber entregarse al descontrol.

Vamos por parte. El orgasmo consiste en una serie de contracciones musculares rítmicas, en las cuales se experimentan sensaciones agradables. Paralelamente, se producen cambios en las ondas y se producen sonidos vocales involuntarios y gestos faciales. Claro que la intensidad varía de una persona a otra, pudiendo durar más o menos segundos. Luego de estas contracciones, hombres y mujeres logran una sensación de plenitud y relajo indescriptible, que incluso se expanden durante horas.

Pero, ¡cómo lograr la 'petit mort'? En el 2005, una investigación de la Universidad de Gronigen, en Holanda, reveló que el cerebro de las mujeres necesita desactivar zonas cerebrales asociadas al estrés, la ansiedad y el miedo para poder lograr el placer sexual. Esto manifestaría que las mujeres requieran de más desinhibición que los hombres para escapar a las obligaciones y tener un orgasmo.

Mediante un escáner, al que se expusieron 13 mujeres y 11 hombres mientras experimentaban el clímax, se reveló que, durante el orgasmo, las mujeres bloqueaban ciertas zonas del cerebro. El doctor Gert Holstege, encargado de la investigación, aseguró que el este generaría un desgaste espiritual tras el cual, vendría un momento para la melancolía o la llamada trascendencia.

El orgasmo, entonces, es una expansión energética de la que cuesta volver. Se pierde el control y, ante eso, te preguntas ¿Y si no vuelvo? ¿Volveré a ser yo?... Vuelves a ser tú, pero mejor. ¡Suelta el control y concéntrate en el placer! Esa es tu tarea si quieres que el orgasmo llegue a ti.

Foto: iStock

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