[COLUMNA] Karen Uribarri: Tu cuerpo elige con quién acostarse

Por Karen Uribarri @KarenUribarri | Miércoles, 23 de Noviembre de 2016
[COLUMNA] Karen Uribarri: Tu cuerpo elige con quién acostarse

Cuando lo conocí por primera vez me pareció atractivo, nada más. Pero el día que lo tuve a un metro de distancia, sentí que tenía que estar con él a como fuera lugar. Su aroma embruteció mis instintos y hasta el corazón se aceleró. No entendía cómo era posible que un aroma generara en mí tantas ganas de reproducirme, como un animal.

Luego supe que lo que a mí me había pasado, le había ocurrido a muchas, y que la razón era mucho más química que romántica. Olvidé entonces la película rosa que apareció en mi cabeza y entendí que era sexo, vil sexo.

Porque aquí el que manda es el sistema inmunológico, y es él el que nos impulsa a aparearnos o emparejarnos con quien sabe podrá garantizar la conservación de la especie. Así de natural. Y para esto sólo se necesita que mis sustancias y sus sustancias encajen perfectamente para poder dar rienda suelta a las pasiones. Como una llave y una cerradura.

Me refiero a los antígenos de histocompatibilidad que, según la publicación científica Nature, se encarga de buscar en otras personas al más distinto a ellos. Y una vez que encuentra a esta persona, lo identifica inmediatamente como la mejor pareja para tener descendencia sana, ayudando así a preservar la especie humana.

Estos antígenos sólo se perciben en el aroma corporal del otro y no logra camuflarse con nada. De esta manera, el impulso sexual se origina de lo que el cuerpo descifra del sudor y de la saliva... De allí que existan besos que inevitablemente terminan en la cama y otros que, simplemente, fueron parte de una bienvenida y una despedida.

Ahora bien, como estos 'match' pueden ocurrir muchas veces en la vida y tienen ese toque animal, es que el ser humano tiende a mantenerlos en control. De otra forma, sería caótico. Estaríamos en una sucesiva sesión de sexo sin mayor fundamento, más que preservar la especie, aunque eso nos llenara de hijos de distintos padres y sin contexto amoroso ni social. Sería tremendo.

Por eso es que una vez que estamos conscientes de que él es el compañero ideal para llevar a la cama, dejemos que los antígenos hagan lo suyo, pero solo si tenemos los riesgos bajo control y las condiciones de contexto son favorables para nosotras y nuestra psiquis.

Lo que sí hemos de estar seguras, es que esa encamada será genuina y natural. Nada más.

Fotos: iStock

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