Conoce las propiedades de la fibra, un aliado para tu dieta

Alimentarnos bien resulta una tarea difícil con el ajetreo del día a día. Solemos comer a deshoras, preferimos los platos rápidos y, a veces, hasta la comida chatarra. Todo esto afecta nuestra digestión y la forma en que nos vemos y sentimos deja de ser saludable. ¿Qué puedes hacer para que tu organismo funcione de manera correcta?

En tu dieta diaria debemos incluir fibra, pues contribuye a facilitar el tránsito instestinal. La nutricionista Katherine Larraguibel señala que "las personas consumen en promedio solamente el 50% de la cantidad de fibra diaria recomendado, que es de 25g a 35g". Por eso debes preferir alimentos que la contengan, como frutas, verduras, granos integrales y legumbres.

Pero no es lo único. También hay algunas claves importantes para que tu alimentación sea la adecuada y no te excedas en las calorías:

• Equilibra el día respecto a las comidas
• Come de todo, en porciones pequeñas
• Reduce tu ingesta de aceite
• Reduce tu ingesta de azúcar

¿Todavía no estás totalmente convencida sobre consumirla? Te explicamos cuatro grandes beneficios que la ingesta de fibra traerá a tu salud...

Absorbe glucosa: la fibra actúa como un retardante en la absorción de la glucosa por lo que puntos altos de glucemia.

Controla el colesterol: la función que hace este tipo de fibra es muy similar a la que hace con la glucosa. La fibra convierte en una especie de gel la grasa y esta no se absorbe, a la vez facilita su tránsito por el intestino.

Tiene un efecto preventivo frente al cáncer de colon: se sabe que está directamente relacionado con el consumo de grasas y proteína (sobre todo animal) de la dieta, e inversamente relacionado con el consumo de vegetales, que obviamente contienen fibra, además de polisacáridos digeribles.

Mejora el estreñimiento: además, favorece la regularidad, por lo que es más difícil que se vuelva a instaurar el círculo vicioso del estreñimiento.

Produce un efecto de saciedad: el vaciado gástrico es más lento ante alimentos que contienen fibra, por lo que la sensación de saciedad es mayor. Además suelen ser alimentos que requieren una actividad masticatoria elevada, por lo que la ingesta alimentaria es más lenta y el efecto saciante más elevado.