¡Ojo con el pomelo! No siempre hace bien...

Por Sole Hott @solehott | Sabado, 26 de Agosto de 2017
¡Ojo con el pomelo! No siempre hace bien...

Sabemos que el pomelo tiene muchos beneficios, como todas las frutas cítricas. Además, es exquisito y refrescante.

Pero más allá de su sabor y lo bueno que pueda ser para nuestro organismo, también tiene su lado B que incluso lo vuelve peligroso. 

Protege tu corazón, tiene muchos antioxidantes, mejora el aspecto de la piel y elimina manchas debido a su contenido de vitamina C, rejuvenece porque estimula la producción de colágeno, tiene efecto fotoprotector, es diurético y acelera el metabolismo, entre otras cosas.

Y si te preguntas si efectivamente ayuda a adelgazar, la verdad es que los expertos explican que tiene bajo aporte calórico y de azúcar, además por alto contenido de fibra y sabor amargo, puede tener cierto efecto inhibidor de apetito y saciante. Ahora bien, aclaran también que esto solo ocurre al principio, una vez que el cuerpo se acostumbra el efecto disminuye. 

Sin embargo, expertos de la salud han descubierto que esta fruta interfiere e interactúa con la medicación. ¿Cómo?

Cuando tomamos un medicamento este debe liberar el principio activo que contiene para producir su efecto y luego eliminar los desecho de la metabolización del medicamento. Para que esto ocurra debe producrise un cambio en la estructura química, y en ese proceso intervienen dos enzimas del tipo citocromo

Estas están relacionada con el metabolismo de muchos medicamentos, como la bergamotina, un compuesto del pomelo que impide que el citocromo realice su función y, por eso, se produce un aumento de la concentración del medicamento en la sangre. 

El pomelo interactúa con medicamentos que sirven para controlas el colesterol, los inmunosupresores, fármacos para la tensión, retrovirales, epilepsia y ansiedad. 

¿Qué se recomienda?

No tomar jugo o comer pomelos al menos tres días antes de empezar a tomar una medicación ni durante el tratamiento. 

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