¿Tomas jugo de fruta natural al desayuno? Quizás no deberías...

Por Carol Caro @karolglam | Viernes, 9 de Febrero de 2018
¿Tomas jugo de fruta natural al desayuno? Quizás no deberías...

¿Te gusta tomar jugo de fruta al desayuno? Te contamos que lamentablemente esta práctica no es recomendada por los expertos. Un reciente estudio determinó que el consumo de fructosa, el azúcar contenido en los jugos de fruta no es "trabajada" por el hígado como se creía, sino que por el intestino delgado.

Un estudio de la Universidad de Princeton publicado por la revista Cell Metabolism realizó las pruebas en ratones y operó sobre las base de otros estudios que evidencian tanto como en animales y humanos, que la ingestión excesiva de azúcar puede ser perjudicial, especialmente para el hígado. Además, el consumo crónico puede provocar enfermedades como el hígado graso no alcohólico, que puede conducir a la cirrosis o el cáncer de hígado.

"Hay una diferencia fisiológica fundamental en cómo se procesan cantidades más pequeñas y más grandes de azúcar en el cuerpo", explica Joshua D. Rabinowitz, del Instituto Lewis-Sigler para la Genómica Integrativa en la Universidad de Princeton, cuyo laboratorio dirigió el estudio. Antiguamente se creía que el hígado procesaba todo el azúcar ingerido. Sin embargo, este estudio mostró que más del 90 por ciento de la fructosa fue eliminada por el intestino delgado en ratones.

"Podemos ofrecer cierta tranquilidad, al menos a partir de estos estudios en animales, de que la fructosa de cantidades moderadas de frutas no llega al hígado", ha asegurado Rabinowitz. Sin embargo, el intestino delgado probablemente comienza a abrumarse con el azúcar a medio camino procedente de una lata de refresco o un vaso grande de zumo de naranja.

El grupo de científicos también descubrió que lo que no era absorbido por el intestino delgado pasaba al colon y en este lugar se encuentra con la flora microbiana que no está "diseñada" para elaborar azúcares.

La principal recomendación por parte de los investigadores es, por consiguiente, consumir azúcares en cantidades reducidas y fructosa, pero luego de comidas ya que esta protege al hígado, intestino y colon.

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