Estudio revela que los caballos recuerdan nuestros estados de ánimo

Por Sole Hott @solehott | Domingo, 20 de Mayo de 2018
Estudio revela que los caballos recuerdan nuestros estados de ánimo

Los caballos tienen memoria para la emoción. Así lo confirmó una reciente investigación de las Universidades de Sussex y Portsmouth. El estudio arrojó que estos animales son capaces de recordar si la última vez que nos vieron estábamos felices o enojados como un método de defensa, ya que de esta forma identificarían una posible amenaza. 

Los equinos son inteligentes e intuitivos, pero mucho más de lo creemos. Para el estudio se les mostró a los caballos una imagen de una persona enojada o feliz. Varias horas después estos mismos individuos se pararon frente a los animales, pero con una expresión neutra en el rostro. Y los resultados fueron increíbles. 

El ejercicio demostró que aún cuando las personas estaban con un estado de ánimo neutro al pararse frente a ellos, los caballos mostraron una actitud más negativa con aquellos que vieron enojados en las fotos. Y lo revelaron a través de la dirección de la mirada. 

Y es que a esta investigación se suman estudios anteriores que demuestran que los caballos suelen mirar las cosas negativas o amenzantes con el ojo izquierdo. Esto porque su hemisferio derecho es el lado encargado de evaluar el riesgo y peligro. 

Otro dato que dieron los investigadores es que durante el ejercicio de las fotos, los humanos no sabían qué fotografía de ellos habían visto los caballos. Así no corrían el riesgo de influir en el comportamiento de las personas. Y las diferencias que hubo en las reacciones de los animales fue solo ante personas que vieron antes en fotografías. 

Karen McComb, co-autora de la investigación, comentó a la revista Current Biology, donde se dio a conocer el estudio, que lo que descubrieron es que los caballos pueden leer las expresiones faciales de los seres humanos, pero también tienen otra capacidad, la de recordar el estado emocional previo de alguien cuando se lo encuentran más tarde ese día, y, más importante aún, adaptan su comportamiento en consecuencia.

Esta capacidad refleja el gran beneficio que tienen en cuanto a la vinculación social y prevención de episodios agresivos, su vuelven a enfrentarse a esa persona evidentemente.   

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