¿Es compatible la vida laboral con el bienestar personal?

Pasamos varias horas en el trabajo y nuestros colegas se han convertido prácticamente en parte de nuestra familia. Los extensos turnos laborales y largos trayectos de traslado hacen que cada vez haya menos tiempo para la familia y el ocio. Lo delicado es que estas prácticas hacen que nuestra calidad de vida empeore en el trabajo y en nuestra vida personal. Por lo mismo, no podemos dejar de preguntarnos:  ¿Cómo compatibilizamos ambos aspectos? ¿Se puede?

Durante las últimas décadas la economía de nuestro país ha crecido y la calidad de vida resulta cada vez más costosa. Sin embargo, eso ha permitido que los chilenos poco a poco vayamos incorporando nuevos servicios y productos que mejoran y facilitan nuestras vidas, pero también nos ha vuelto más competitivos y -en algunos casos- nos ha absorbido hasta el extremo. 

El trabajo es una actividad de validación social y provee medios para la vida. Así lo definió el psicólogo Juan Pablo Toro, Magister en Psicología por la Universidad de Erlangen, y participante de la III Jornada de Calidad de Vida y Salud Laboral de la Universidad del Pacífico. "Es mucho más que una actividad. Tiene fines instrumentales, porque provee medios para la vida y tiene una estrecha relación en la vida moderna, como un área de la vida social al vincularse estrechamente con la construcción de la identidad de las personas. La satisfacción en el trabajo está altamente correlacionada con la felicidad total, porque contribuye a ser reconocido, a tener un espacio social, a establecer relaciones", aseguró.

Actualmente Chile es el quinto país de Latinoamericana con más casos de depresión. Esto quiere decir que un millón de compatriotas sufre de trastornos de ansiedad y 850 mil padecen depresión, según datos entregados por la OMS.

Estos cuadros patológicos son producidos por las nuevas condiciones imperantes, según comenta el especialista, "Una de ellas es que se han intensificado y extendido las jornadas laborales, dada las presiones del mercado y la alta competitividad. Se ha sumado a la fatiga física, mental y cognitiva, la carga emocional, lo que muchas veces implica un impostar la emoción correcta para el servicio que se realiza", agrega.

A raíz de este preocupante escenario, en 2014, comenzó, por mandato de la Superintendencia de Salud, el Protocolo de Vigilancia de Riesgos Psicosociales, una herramienta que mide los riesgos psicosociales de los trabajadoras en todas las empresas del país, vinculados a la salud mental como responsabilidades en el trabajo, medición de liderazgos entre otros aspectos.

El psicólogo enfatiza que son las instituciones y empresas las responsables -en mayor medida- de mejorar los ambientes de trabajo "Es una práctica de gestión organizacional que se expresa en un conjunto de normas, directrices, y prácticas que se orientan a la promoción, del bienestar individual y colectivo", concluye.