¿Por qué es mejor gastar en un viaje que en una fiesta de cumpleaños?

Por Fran Cornejo | Miércoles, 21 de Marzo de 2018
¿Por qué es mejor gastar en un viaje que en una fiesta de cumpleaños?

Te pasas gran parte del tiempo previo a tu fiesta planeando, calculando, organizando y corriendo de allá para acá. Que todo esté perfecto, que no falte ningún detalle y que sea para el recuerdo. ¿Y para qué? Para que todos tus amigos y amigas terminen tan borrachos que no recuerden ni su nombre, mucho menos dónde viven o cómo se usa el baño. Tienes que limpiar el desorden mientras intentas lidiar con la resaca y consolarte con los pocos recuerdos que quedan de la noche.

Pero, ¿Qué pasaría si en lugar de hacer una fiesta para los demás, haces un viaje para ti?

Puede ser el mejor de los regalos porque vas al lugar que te gusta, haces lo que quieres y puedes salir de fiesta si es que alguno de los borrachos quiere acompañarte.

Si aún no estas convencida, acá te damos algunas razones para animarte a privilegiar esta opción. 

En primer lugar, un viaje dura más que una fiesta. Puede ser un viaje de fin de semana o de un mes si el tiempo te acompaña. La oportunidad de hacer algo diferente con tus mejores amigos y amigas para tu cumpleaños no se da siempre, y si por alguna razón te coinciden los factores, no temas arriesgarte. Por qué celebrar cinco horas, si puedes hacerlo por tres días (o más).

En segundo lugar, el dinero gastado puedes considerarlo como una inversión, porque la oportunidad de viajar, conocer, mejorar tus lazos y compartir experiencias nuevas con tus acompañantes sin duda dará sus frutos. Quizás vas a gastar más que en una fiesta, pero eso es porque lo tendrás todo en uno: buenos momentos, fiestas, shopping y lugares nuevos.

Tercero, es verdad que la fiesta te deja momentos de diversión, locura y baile, pero a las cinco de la mañana, cuando quieras dormir y la gente no quiera irse, comenzarás a replantearte tu decisión. Para qué vamos a hablar del día siguiente cuando la vida debe seguir cómo si nada hubiera pasado. Un viaje, en lugar de deteriorar tu salud física y mental a causa de los vicios y los errores cometidos en la noche, aliviará tu estrés y abrirá tu mente.

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Si aún no estás convencida, tienes que saber que un viaje es para siempre, los recuerdos y las experiencias vividas nadie podrá quitártelas. Y aunque muchos crean que los recuerdos de las fiestas también, en realidad sabemos que no es así. Si luego de la noche amaneces con pocos recuerdos y algo confundida, espera a que pase algo de tiempo y no quedará nada.

Finalmente, siempre querrás volver a viajar de nuevo. Aunque en cada viaje cambies tu forma de ser y de ver la vida, y además extrañes a los que no van contigo, eso es lo maravilloso. Vivir otras experiencias te hacen apreciar lo que tienes, a quienes están contigo y te mostrará un aspecto de ti que seguramente no conocías.

¿Te animas?

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